Te vas. Antes, había dos palabras que no decía aunque las sintiese, te quiero. Ahora hay otras dos nuevas: te espero. La que soy te espera, la que seré no lo sé. Pero la que fui, esta, siempre existirá es este instante, esperándote, aunque la de después no vuelva a encontrarse contigo.
Si alguna vez olvidas la sensación de estar en casa, lee esto y recuérdalo.
Tuya.
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