jueves, 29 de diciembre de 2016

En ti

me he perdido en tu cuello

                     así que, silencio
no despiertes a tus palabras

para que me encuentren

                      porque los lugares
vacíos de besos
necesitan ser llenados con caricias

                      y yo no quiero
que te sientas deshabitado
                     siempre serás poema,
verso, recuerdo
y olvido que te hace volver a recordar

me he perdido, quizá a posta, para encontrarme

silencio,
en ti.

Necesidad

necesito creer en mí, tener confianza,
besar mis defectos
alzar la voz
hacer mis pasos sonar
dejar los complejos

pero, sobretodo, necesito no necesitar algo
porque, el amor empieza por el que se tiene uno a sí mismo,
y que si te quieres tú lo suficiente, quizá
llegue alguien
que sepa quererte un poquito más de lo que

ya te quieres.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Cuerdas

Mis cuerdas vocales
se niegan a pronunciar tu nombre,
es demasiado el frío que hace ahí fuera sin ti
y, no conseguirían nada más
que temblar, y entrecortar una voz
al igual que se cortó
la llamada que nunca llegaste a hacerme.

Tampoco las cuerdas de mi guitarra
dan más de sí,
siempre acabo, en la nota
de quererme a Mí. Pero mis dedos
se niegan a tocar ninguna canción
que no seas tú.
Y es que suenas tan bonito.

Tantas cuerdas que se rompen,
como la que nos unía, tantas cuerdas que
dejan de sonar
y se agrietan.
Que perdí la cordura.

Pero claro, eso tan sólo suponía
otra vez
volver a ti.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Tú, eres

Tú,
eres el espacio en blanco
que dejo entre líneas
para ver si así, consigues leer
las palabras que no digo

eres, el silencio
el mismo que hay entre dos miradas
el mismo que pronuncio
después de un "ya no no siento nada por él"
cuando me preguntan

la misma verdad, porque lo que sigo sintiendo
en realidad
es todo

lo invisible,
como la música, las palabras, la imaginación
y esa curiosa melodía que hace tu sonrisa cuando te ríes.

Tú,
eres
aquello que no, que nunca.
Pero que, sí, como siempre.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Palabras que se lleva el viento

Susurré un "te echo de menos"
al viento

a ver si estas palabras también se la llevaba
y, con un poco de suerte, llegaban
hasta ti.