de cuando llovía, de las calas escondidas,
de océanos de mantas donde no nos encontrarían,
esto nos pertenece como si fuese nuestro,
de pillar el coche y decir que nos hemos perdido,
del mar en mi boca, chocando en la suya
la arena en la ropa,
escribo en sus cristales
corremos hacia casa, hace frío
improvisamos
porque no vamos a pensar en nada
porque no tenemos que pensar en nada
no debemos ser nada más
y de algún modo siento
que el invierno nos hace a nosotros
como si fuésemos parte de él
supongo que tenemos esa manía,
pertenecer a todo lo que no es nuestro.