domingo, 25 de julio de 2021

Dos puntos tangentes

Existen varias formas de llamar a los distintos tipos de encuentros que pueden darse entre dos puntos. Esto lo leí en un artículo sobre lo que dicen las matemáticas y su similitud en cómo se establecen las relaciones humanas.

Dos puntos puede ser una asíntota. Hacen su recorrido y se convierten en dos líneas que, por mucho que se prolonguen, nunca se encontrarán y ese encuentro, tampoco nunca se ha producido. Así surgen los amores platónicos y secretos, como algo que se desea. En un punto se aproximan tanto que parece que pueden besarse y se siente tan adentro que sin ocurrir, parece que fue real.

Dos puntos pueden ser rectas perpendiculares y secantes. Es un encuentro fugaz, sí llegan a juntarse pero se separan de una manera mecánica y sistemática, sin mayor conexión. Después cada uno va por libre. No se establece una intimidad emocional. 

Dos puntos puede ser líneas paralelas. Están en la misma sintonía pero nunca llegan a juntarse. Tienen el mismo objetivo, la misma forma de pensar, pero por alguna razón no están hechos para estar juntos por mucho que se quiera. 

Y luego está mi preferida: dos puntos puede ser líneas tangentes. Son aquellas que se encuentran una vez y se separan para siempre. Se rozan en un punto de una forma suave, cálida, se quedan durante un breve periodo y todos aseguran que luego, al rozarse la primera línea con la segunda, esta rebota y eso hace que se distancien. Que no estén juntas. 

Sin embargo, esto no es completamente verdad. Puede ocurrir que haya más puntos de tangencia, pero no en ese periodo, sino más adelante. En un punto nuevo de la relación entre las líneas. Existe otra forma de encontrarse, pero no se sabe cuando sucederá.  Incluso estos encuentros, pueden volverse periódicos. Si los dos puntos consiguen eso, tienden hacia el infinito y quien los observe, podrá percibir que se juntan tanto que parecen una sola línea.

Solo existe una cuestión a tener en cuenta y es que, así como se entiende qué sucede con una asíntota o con una paralela, con las tangentes no se sabe qué sucederá. Cuando se tocan y luego se separan, están a la misma distancia de volver a encontrarse, como de no hacerlo nunca. 

Y supongo que eso lo interesante: que nadie puede decir qué sucederá y por eso mismo, puede suceder lo que quieran.