paso hojas en blanco
y doblo la esquinita
en la que aparece tu nombre
sería más fácil
sería mucho más rápido
aún
romper la página
pero ya sabes que a mí siempre
me gustó más
ir a lo difícil, complejo
a ti
así que sólo se me ocurrió leerla
-otra vez-
y hacer anotaciones en las esquinas
de lo que podemos ser y no fuimos
ni somos, ni hipotéticamente
casual,
podremos ser
he bordeado las esquinas
como he hecho tantas veces con tus labios
lejanos,
a distancia,
separados
y he inventado
un fragmento tan absurdo
llamado nosotros
que me he escondido
entre sus letras para quedarme en él
porque me da igual
no sé, no importa, no vale
de nada
que me mandes cerrar un libro
si me sé cada uno de sus trazos
de memoria.