martes, 28 de noviembre de 2017

Número uno

Y ahí estaba otra vez:
de primero.

En dónde sino
cómo de otra forma.

En mi lista de contactos,
en mi agenda y, despreciándolo,
en mi corazón.

Qué decir en un par de cosas.
Si tu prioridad, anticipación
abarca otras, como mínimo,
miles más.

Has sobrepasado otros besos
sin aún probar los tuyos,
las bocanadas de coraje
ahora te pertenecen a ti,
estás en mis bolsillos, en mis letras,
en mi perchero,
en mis libretas viejas, en el suelo
frío con pies descalzos que quema
y en una sonrisa previamente posterior.

Eres el primero y no el que ha
llegado antes.
Eres el primero y único
porque, a decir verdad,
tampoco quiero, ni recuerdo, ni me apetece
que haya ningún otro después.
Estás tú y nadie más. Y si quieres, yo contigo.

viernes, 24 de noviembre de 2017

jueves, 23 de noviembre de 2017

X

"No me lo tengas en cuenta",
y me besó.

Llevaba anotadas hasta ahora 3 cervezas y un corazón. Lo pasé por alto porque ya tenía demasiadas cosas que devolverme.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Fuego

¿Tienes fuego?, pregunté.

Él me tendió un mechero.
Yo ante su mirada comencé
por dentro a arder.

Creo que nunca llegamos a hablar en el mismo sentido.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Hoy hace mal tiempo

Me has mirado como quien
mira si hoy llueve o si
hay alguna nube a la vista.
Y sí, hace mal tiempo,
te lo digo yo.

Espantoso.

Porque deduzco
y acierto, en que seguirá
habiendo esta tempestad.
Que, en tu perspectiva,
seré constantemente siendo
un elemento más,
otro ser en este conjunto,
algo que te rodea como
un simple entorno
cotidiano.
Y yo nunca quise ser rutina
excepto si significaba volver una
y otra vez a ti.

Me miras como si fuera
cualquiera y no la única.
Como si doliera menos que
hasta cuando no lo haces(...)

lunes, 13 de noviembre de 2017

Demasiadas diría yo

Hay tantas cosas que podría decirte.

Que suspiras,
y sin embargo, soy yo la
que te inspira a ti hasta
llenarme completamente.
Extasiarme
hasta temblar
pero sin consumirme
del todo.

Si algún día te dijera
que te has apoderado
de mis sollozos
y bostezos.
Que te miro y ya no sé.
Que mi tranquilidad
va acompañada
de una tremenda tormenta
que te reclama tan
fuerte
que a veces creo que me escuchas
hablarte cuando te pienso.

Hay tanto que podría contarte.
Que permaneces
siempre en la ignorancia
y yo soy la causante de ello.
Que no te lo digo
porque ya sabría tu respuesta.

Hay tantas cosas que podría decirte
y que nunca sabrás.
Hay tantas cosas que podría decirte
pero tan pocas que no te haya dicho ya.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Allí seguías

Después de tanto tiempo
allí seguías
en la misma puerta
apoyado
frente la pared misma con
la pierna de siempre doblada
y una calada de humo
en tus ojos.

Supongo que uno nunca se va
del todo
de donde una vez fue feliz.

Y parecías volver
a ser el mismo de
aquellos días inalterables
porque el justamente
y el igual
mechón de pelo se deslizaba por tu nariz.
Revuelto. Le soplabas
como quien habla de anhelo,
de ansia y afán.
Como cuando cierras los ojos
porque crees que la oscuridad es un término relativo
y mientras yo
saboreo esa pequeña ocasión
para trasladarme
insensatamente
a una época anterior.

Los abres y es como si tan sólo
con estirar la mano pudieras conseguir
lo que quisieras.

Después de tanto tiempo, seguías apoyado en aquella puerta.
Como si de una ironía se tratara.
Como si no pudiéramos ponernos
jamás de acuerdo
para decidir quién hace daño y quién quiere
o quién entra o sale.
Somos un intermedio mudo,
e indeciso, que nunca se apaga.

Me acerco a ti y te pregunto la hora.
"Más tarde de lo que debería ser
pero justo a tiempo", dices.

Se juntan nuestras miradas
volviendo a intentar reconocerse.
Te vas.

Sonrío.
Que las buenas costumbres nunca cambien.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Decisiones

Y si hubiera ido por otro camino,
qué hubiera pasado.

Quiero decir,
si hubiera seguido otras pautas
si no me hubiera inscrito en un margen
si hubiera dicho algo menos aquello
si, por el contrario,
en contraposición
me callara ante el titubeo
de tu lengua
me abrochara la cremallera
de la conciencia
discirniera la noción del tiempo
cuando faltas
injustificadamente,

qué hubiera sido, ¿habría cambiado
el curso de, la orientación hacia?
¿Habría cambiado la pausa ante
la reiteración?

No quiero vivir desiderativamente,
pero ahora que noto tu ausencia
en los días que pasan
en lágrimas que calan

me pregunto,
constantemente
si tú y yo hubiéramos sido menos yo y tú,
¿habría existido un nosotros?

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Y yo qué sé

No soporto la
idea de no tenerte.

Que no, que no quiero
que no
me
da
la gana.

No sé quién es el culpable
pero si el precio es una cadena
perpetua junto a ti, que me condenen.

Y que ya me da igual todo lo que dije.
Eso de ya nada, de ya está
de
se
me
ha pasado como si tan sólo fuese
una emoción y no un sentimiento
insostenible.

Ahora me rindo. Ahora te
pido perdón. He cometido errores
pero me los guardo y si hasta
hace falta los colecciono.
Porque todos me han hecho llegar a ti.

Y ahora no me excluyas,
ni te rías, ni me tires, ni me
muestres la más absurda de las
indiferencias.
Como mucho ódiame,
pero ten algo, lo que sea, hacia mí.

No es fácil estar en esta parte
de la relación. En la que no sabes
muy bien
qué es lo que ha pasado
pero tienes claro que las cosas no
son igual.
Y yo para qué quiero tanta monotonía
en este momento.

Para qué quiero que vengas
si va a ser para otro engaño más.
Para qué quiero que estés
si sólo me haces hacer tonterías
y absurdidades
para conservarte.
Para qué confiar en alguien
que te suelta la mano cuando caes.

Para qué decir nada más
a esto
si cada día tendré miles de razones
para despreciarte
pero siempre buscaré una excusa
para volver a quererte.