te quiero salvaje,
a tus anchas, en su plenitud
sin apretarte, sin prendas que
impidan tu libertad
desnudo de alma
quiero tu yo más feroz
y manso,
más instintivo y fiel de sí mismo
quiero tu locura,
como eres siempre
salvajemente a ti.
te quiero salvaje,
a tus anchas, en su plenitud
sin apretarte, sin prendas que
impidan tu libertad
desnudo de alma
quiero tu yo más feroz
y manso,
más instintivo y fiel de sí mismo
quiero tu locura,
como eres siempre
salvajemente a ti.
A veces pienso que los recuerdos son lugares.
O que los lugares, existen, porque están llenos de recuerdos.
Cuando vemos algo y se nos viene
a la mente alguien.
Cuando simplemente pasamos y pensamos en aquella vez.
Y todas y cada una de las sonrisas
mirando hacia abajo y meneando
la cabeza
en un locura que sólo comprendes tú.
Enfocarse y distraerse, abstrayéndose
hasta de uno mismo.
Hoy salgo y veo y recuerdo el rincón
sobre el que ya un momento
anterior te recordé.
Y ya no es el mismo lugar por el
que pasan las demás personas
sin acordarse
igual que no será el mismo que si yo
pasase por el de alguna de ellas.
Las calles siempre serán de una manera
u otra dependiendo de los ojos que las miren.