sábado, 8 de diciembre de 2018

sábado, 1 de diciembre de 2018

viernes, 30 de noviembre de 2018

Deberías

si alguna vez se te ocurre hablar
de inalcanzables

deberías saber cuál es mi nombre.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Ahí tienes

escribiré sobre muchas personas
pero nunca tan bien como cuando
lo hacía sobre ti,

esa fue tu mejor forma de
convertirte
en un inevitable.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Hoy es la primera vez que me miras

sostengo la mirada a
muchos ojos cada día
y los que quiero que
me miren
parezco ser invisible ante ellos.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Hablando en plural pero no juntos

Los dos estamos con otras personas.

Tú y yo hemos encontrado
un nosotros pero con un nombre
distinto
de un tú que no eres tú
de alguien que no soy yo.

Debería de felicitarnos grandiosamente.
De una vez por todas
podemos hablar de ti y de mí
de promesas no de encierros
de labios besándose
de piernas entrezadas
buscando calor hablando en plural.
Aunque separados, hemos conseguido
como nunca estar juntos.
Junto a otros.

Los dos estamos con otras personas
siendo felices, queriéndolas y
enamorándonos
perdidamente
de ellas.

Me pregunto qué hemos hecho mal.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Así que hasta luego

son el tipo de personas
que nunca harán nada por ti
ni se esforzarán por estar contigo
por mucho que lo desees

y la culpa
diga lo que se diga
no es de ellas
por ser así,

compréndelo:
tú elijes a quién dejas
hacerte daño.

martes, 13 de noviembre de 2018

Pensamientos de mañana

Ese momento en el que recuerdas
a una persona
porque te has tropezado
en la esquina de la calle
donde está el banco
que se sitúa en el sitio
que un día hace ya bastante
andabas
entre una soledad y
una música a tono
de tres cuartos
y te encontraste
con esa persona
y la miraste a los ojos.

Ese momento en el que piensas
qué estará haciendo
alguien con quién hace meses que no hablas,

si se estará aburriendo
si estará hablando sobre algo,
algo o nada o todo o yo
que sé y no sobre mí
si hoy se puso la camisa a cuadros
o si todavía sigue acostumbrado
a un desorden
tan perfecto que impresiona,

si tal vez habrá pasado cerca tuya
sin tú saberlo
como en calles distintas
a poca distancia

y, sobretodo, se te pasa por la mente
la idea de si en algún momento
también
(cuando se tropieza)
piensa en ti.

lunes, 12 de noviembre de 2018

sábado, 10 de noviembre de 2018

Por eso no puedo

si pudiera decirte por qué
me pareces diferente
te estaría describiendo como a cualquiera.

viernes, 26 de octubre de 2018

Tomamos algo

He descarrilado tres cucharadas
de azúcar
mientras sorvía un trasfondo
vacío a rebosar
de cuando levantaste la mirada
como si lamieses el
horizonte
y quisieses correr tan fuerte
dar voces tan alto
que quizá alguien sabría que
en secreto nuestros pensamientos
se besaban

sentada, a tientas, reconozco
que aún le hablo a una silla
en la que no estás tú,
tú estás en otro sitio, en otra
silla seguramente
mirando, como dije, de esa manera
a alguien, que seguro, no soy yo
tratando de olvidar lo que no existe
usando otra forma de correr
ya no como antes
ahora no
tal vez escapando o llegando a donde quieres,
perdónane
nunca he sabido encontrar la diferencia

pero yo tengo una silla en frente,
taconeo sin zapatos y pienso si
he cerrado bien la nevera
si la he cerrado porque
hace frío así que puede que no
se me congelan las manos

pienso si he dejado las llaves en la puerta
no vaya a ser que en cualquier momento decidas volver y entres,
tiene que estar cerrada,
tan cerrada como el portazo que diste
al irte
no vas a entrar y sigo creyendo
que a en punto lo harás

no sé si he dejado las ventanas abiertas
lo pienso pero no me levanto no
para qué
no quiero comprobarlo, ya sé que hace frío
ya me lo dije anteriormente
que hace tiempo que te has marchado

pienso ahora y sobretodo, en si está la tele
encendida o es tu voz, pienso en
que podrían estar todos los armarios abiertos,
pienso en tu ropa esparcida y
pienso por qué
por qué joder lo nuestro no funcionó

quizá esto último es lo que realmente
me aterra
así que
lo saco de mi mente
como si pudiese
y acto seguido
cojo el móvil,
miro que varios de mis ex están en línea
y me río de tal coincidencia.

Las cosas son como antes.

Supongo que desde que te has marchado todo sigue igual que al principio,
supongo que cuando conoces a alguien tienes que prepararte para acabar siendo un desconocido,
supongo que nunca has estado aquí.

viernes, 19 de octubre de 2018

Solo te acuerdas cuando

Solo te acuerdas de mí
cuando llamo al timbre
cuando peto y digo
soy yo
porque quién sino
lo haría de una forma tan dulce
porque qué otro
tendría la paciencia de quién
espera lo que se acerca, pasa,
pasa, pasa, pasa,
así, repetitivo y monótono,
y atisba un rostro que nunca
llega a poder tocarse.

Te acuerdas cuando
alguien me nombra como
un parecido lejano a algo que
una vez quisiste tener
muy muy
demasiado
cerca.
Como si me tocases.
Nunca llegas a tocarme. Aún
cuando resoplo aparece la imagen
de tu rodilla tocando la mía
de una forma tan intencionada y a
la vez tan ingenua
que nos veo
a ti y a mí
tú y yo
tan así tan nosotros
ahí
sentandos
al borde del puto abismo
como si caer significase
prenderse sobre el otro.

Te acuerdas de mí cuando quieres,
cuando no hay otra opción,
como segundo plato relamido,
masticado, revoltoso.
Cuando se te presenta frente a frente
la ocasión
casi nuestras narices se tocan.
Cuando ya nada te consuela ni te llena
sabes que yo sí lo hacía por eso vuelves,
te doy igual y no haces más que al final
acabar hablando inevitablemente de mí.

Aquellos días son pasado.
Yo sí lo sé porque aún te pienso
porque a estas horas en la misma fecha
pero tiempo atrás imaginábamos,
como idiotas, un inombrable juntos.
Tú ni siquiera recordarás esto.

Porque no te confundas.
Acordarse no es lo mismo
que recordar.

Acordarse momentáneamente de lo olvidado,
tan sólo es otra forma de comenzar a olvidar.

Y tú tan solo te acuerdas de mí.

martes, 16 de octubre de 2018

Connotaciones

- Lo siento- me dijiste pidiendo perdón
una vez más por hacerme daño.
- Lo siento- dije yo hablando sobre el amor
que aún sentía hacia ti.

Menuda estúpida.

viernes, 12 de octubre de 2018

Como puedes observar

Suena el teléfono
y pienso involuntariamente
que es un mensaje
tuyo,

antes
creía que me querías,

ya ves, mi mente todo tiempo jugándome malas pasadas.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Mugriento

Mis poros sudan,
las flores se derriten
y siento náuseas.

Quiero vomitar tus recuerdos.

Quiero potarle al
amor romántico,
estoy mareada porque no sé borrar.

Creo que no entiendo nada,
mis manos no se mantienen quietas
y ojalá la causa fueses
tú pero no en este sentido.
No sé a dónde ir, qué pensar, quién
debo ser o cómo actuar.

No duermo y creo poder estar
hablándole a estas paredes
de ti todas las noches.
No estás. Yo sigo hablándoles.
Nunca estarás y sé que lo haré.

Mis costillas se contraen
no saben soportar el arrebato
inmaduro de quién
solo patalea y
pierde la noción del tiempo.
No sé cuánto llevo haciendo
esto
duele tanto porque no sé cómo dejar
de hacerlo.
Nunca has estado.

Me muerdo las uñas
y es horrible
porque lo odio.
Odio muchas cosas que no entiendo
cómo dejar.

Nada ha servido de todo lo
que hice hasta ahora por ti.

Quiero que seas feliz.

Es lo único que me atrevo a pronunciar.
Aunque lo repito varias veces.
Que seas feliz.
Feliz.
Que te vaya bien.
Muy bien.
Extremadamente bien, joder.

Espero que esto sí sirva de algo.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Pues bueno es que

Ahora que nos despedimos,

querría
de veras
decirte

que te deseo lo mejor.

Pero es que a mí ya no me puedes tener.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Y nunca sales

Ya puedes pasar.

Te dije.

Tú diste un paso al frente
adentrándote en mí.

Y te metiste y me tendiste
la mano
y yo ya no supe decirte
que estaba hablándote
como a una herida
ordenando que te cierres
que pases, te vayas, te cures
advirtiéndote
todo
esto,
sabiendo
que nunca te supe cicatrizar.

sábado, 22 de septiembre de 2018

viernes, 21 de septiembre de 2018

jueves, 20 de septiembre de 2018

El chico del Seat rojo

Iba por una ciudad desconocida
y estaba esperando
delante de un semáforo viendo
pasar historias a varias
velocidades
esperando
a cruzar un código de barras
en blanco y negro.

Me paré en un semáforo
delante de un coche
viejo
de color rojo desgastado.
Cuando se puso en verde
cediéndole paso a mis impulsos,
pasé a su lado y
un chico veinteañero,
moreno, con algo de barba
y varios tatuajes en los brazos,
con cara ligeramente tallada
de marfil
con trazos finos
poseedora de cierta ironía
en su frente,
sacó medio cuerpo por la ventanilla.

- ¿Me das tu número, guapa?

Dijo.
Me sorprendió esa pregunta.
No sabía que las personas éramos
números como si de productos
estuviésemos hablando.

Fruncí el ceño y me sonrió.
De una manera descarada.
Extremadamente.

Me acerqué a él, le pregunté
si tenía un bolígrafo a mano
y agarré tierna y pausadamente
su brazo fuerte.

Lo anoté y me fui.

No sé cuál sería su expresión
pero seguro que algo
parecido a un cosquilleo
rebosante de impotencia
al ver que
lo que había escrito
era mi número,

el número
de lista de espera
de personas a las que nunca llamaré.

Me has pedido número
y yo te lo di para que fueras cogiendo
sitio
y esperaras sentado.

Chico del Seat Rojo, atrévete a sonreírme una vez más.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Creo supongo puede

supongo que eso fue amor,
supongo que lo sigue siendo,

sigo separando dos sillas
de la mesa,
pensando que a las tres
llegarás de trabajar
y sonará el sonido de una
puerta abriéndose,
sigo
sigo aún
sentándome en el lado
derecho del sofá
porque sé que es el que te gusta
a ti
y que vendrás a reclamarlo
que vendrás a molestarme
revolviendo mi pelo
y acariciando mi pierna,
todavía
todavía mis manos buscan
tu cuerpo en un espacio de
la cama que ahora está frío,
oigo sonar el teléfono
y creo que me llamas
en este caso se ha cortado
mira anda como nosotros
he querido devolverla pero
tú me debes muchas cosas
que no me has dado
te he rechazado para cerrarte
a dos pestillos bajo cero
y no reabrir lo que escuece y suelta
un llanto porque
mi única salida tiene tus apellidos

por eso aunque da igual
quiero decir que aunque ahora nada
voy a pero tú ya no
así que no te importa sin embargo
yo
reclamo, aúllo, lloro y recito
y vuelvo inconscientemente
yo lo hago y
no apareces y busco la ducha
busco tus dedos
hablo de un nosotros,

sabiendo que no vendrás.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Aprende de ti mismo

A qué has venido.
Digo, por qué has vuelto otra vez.
¿Qué más quieres?
Dime.
Supongo que.
No sé.
Dilo. Por favor.
¿Quieres un café, un hasta luego
un que te vaya bien de mi parte?
Acompañado de tu sudadera
gastada, de un portazo o
un suave apretón de manos.
¿Quieres quedarte, un rato
o por el momento o ya ni siquiera irte
quieres perdonarte, entrar y lo que surja,
quieres marcharte o me quieres a mí?
Dime.
Necesito entenderte.
Tan sólo me gustaría saber qué es lo que quieres
para sin duda ahora ya no dártelo.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Siempre igual joder

ahora tengo que volver a empezar
como si no supiera
que volver
siempre ha significado repetirte.

domingo, 26 de agosto de 2018

No sé cómo lo haces

No suelo ser lanzada
en las primeras citas.

Sin embargo, él me desvistió
dejándome completamente desnuda,

conociéndome así entera, pura, sincera, de verdad.

Y no le hizo falta quitarme la ropa.

jueves, 23 de agosto de 2018

Perdidas

Te he dejado cientos de llamadas
perdidas:
ellas al igual que yo tampoco han sabido encontrarte.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Qué quieres

Tú eres arte.

Por eso cuando se trata de ti,
tan sólo se me ocurre
besarte,
abrazarte,
pensarte,
...

amarte.

lunes, 20 de agosto de 2018

Certezas

tan sólo sé que mi mejor
almohada
siempre ha sido tu pecho

y que nunca me dirigí
a ti como una persona incorrecta
sino como quién simplemente
no llegó en el momento adecuado.

viernes, 17 de agosto de 2018

Ya te vale

tu sonrisa torcida de lado
me ha desordenado todo
esto
poniéndolo patas arriba

y ahora qué.

miércoles, 15 de agosto de 2018

A veces muda

me escribiste
a las 2:22 de la madrugada
un mensaje
de no más de cuatro
palabras
diciendo algo
que probablemente
yo ya no recuerde

me escribiste
y yo no supe decirte nada
porque ya te había escrito todo
en mis papeles
porque había decidido
de una vez
acabarte en este verso.

viernes, 10 de agosto de 2018

Hablando con un chico alucinante

El chico alucinante
me dijo que las personas
valen
el tiempo que se les dedica.

Ya que el tiempo es
algo irrecuperable
por ello es tan valioso
por eso, se lo concedemos
a quién realmente creemos que
lo va a apreciar.

Y por alguna razón, sentí
curiosidad hacia esa teoría suya.

Unos segundos hablando
informalmente
pueden ser por pura cortesía,
algunos minutos por
simple curiosidad,
pero las horas.
Los días en los que buscas
una excusa para estar con alguien
aunque sea hasta apreciando
el silencio.
El silencio entre dos personas
cuando no es incómodo sino único
entre ellas.
Ese es el tiempo que son.
Que las hace ser.

Y lo que asusta realmente pensar
es que alguien tenga la rebeldía
de hacerte perder la noción de este.

El chico alucinante trataba de convencerme
de que si dedicamos nuestro tiempo
a otro es por alguna razón y esa
razón siempre ha de tener como base
las ganas y el placer,
porque no tendría sentido cederlo si
nos provocase algo que no fuese de nuestro agrado.

Y el chico alucinante hablaba
y hablaba y me rebatía lo que yo
antes ya le rebatí.
El chico alucinante concluyó
diciendo que para él le importo
el tiempo que me había dedicado.

Me gustó eso. Porque verdaderamente,
aún sin casi conocernos ya habíamos
estado hablando casi toda la noche.
Me gustó lo que me hizo sentir esa frase,
también.

Y entonces tuve que explicarle yo mi teoría.
Que aquí también tenían que ver los sentimientos.
Y pensé en ti y en que estos no son siempre buenos,
que tú me hiciste perderlo.
Que en realidad cedemos nuestro
tiempo hasta sabiendo que no lo merecen,
porque de eso se trata sentir,
de perder el sentido de lo común.

Entonces las personas no solo somos tiempo,
somos mucho más que eso.
No existimos porque alguien nos piense,
somos un conjunto de circunstancias
de deseos, de impulsos y contradicciones
por veces, ininteligibles
que nos hacen querer ser con quien
nos hace, incluso sin una razón.

El chico alucinante me fascinaba
de una manera que no os podríais
imaginar.
Pero habría alucinado si le hablase
de ti, si le desmontase por completo
su teoría,
si siguiese explicándole la mía.

Porque tú me dejaste
para mañana
y yo te quería en cada una de ellas.

Porque tú me pediste tiempo
cuando yo ya te había dado más del que merecías.

Y aún así te lo entregué.

martes, 7 de agosto de 2018

25/09/15

El día que te conocí
comencé a escribir y hasta
hace poco no me di cuenta
de lo mucho que, sin percatarte
y sin pretenderlo
me diste.

Sigo escribiendo y sigo por ti.
Y algún día pasaré a papel con
tu nombre esto.
Todos sabrán quién eres.
Tú sabras quién soy yo.
El título del libro llevará tu inicial
aquí ya mencionada.

Y no me importa si esto es realidad o no,
lo real es que sigo cada día queriendo
lo mismo aún sabiendo
que quizá no lo tenga.

Supongo que nada ha cambiado 
hasta ahora.

miércoles, 1 de agosto de 2018

miércoles, 25 de julio de 2018

Madrugadas

Me levanto
voy a la cocina
preparo el desayuno
y todavía sigo
todavía
sacando dos tazas del armario.

Sólo que en este caso una se llena de
café
y la otra se queda sin el que te llevaste en tus ojos.

domingo, 8 de julio de 2018

lunes, 2 de julio de 2018

¿Quedamos?

Que vengas.

Y te tumbes en la arena
de la playa conmigo.

No sepamos si es verano
o invierno
quizá estemos a bajo cero
y nuestros poros sudando.

Con tres copas medio
vacías a mi izquierda
con tu brazo bajo mi cabeza
hacia la derecha,

que caiga la lluvia
que nos mojemos por dentro
que sorba lo salado
de las gotas del mar
que hacen de manta sobre tu abdomen
y riegan rosas
en el pecho desmesurado
con sabor a licor.

Te soplas el flequillo.
Resoplo sobre tus mofletes.
Rozo tu sien.
Mi nariz juguetea con tus parpadeos.

Suena una canción
de Eric Clapton en la radio
y deja paso a otra clásica
de los ochenta.

Pronuncio tu nombre: «           ».

Te prometo que esta noche
haré rock contigo.

lunes, 25 de junio de 2018

Sopla

Te deseo que seas feliz.
Te deseo que te sueltes el pelo
y el vals lo bailes descalzo.
Te deseo a alguien y no a cualquiera.
Que te vaya todo maravilllosamente.
Que al tirarte en el sofá y sorber el café
te remuevas no buscando el
mando sino una mano que en sí
misma llegue a tu cuerpo.
Te deseo adrenalina, te deseo calma,
te deseo meterte en la boca del
lobo porque besa más feroz.

En resumen,
quiero decirte que yo tan sólo:
te deseo lo mejor,
sin las dos últimas palabras de la frase.

jueves, 21 de junio de 2018

Reflexiones de la una

Las cosas son distintas.
Nunca permanecen igual.
Y sin embargo hay otras
que siempre serán lo mismo.

Lo que existe no es lo que
se ve ni lo que puedo acariciar
con la punta de mis dedos.
Lo que cambia no es más que
las situaciones presentadas
y los arrepentimientos agarrados
a una sombra que pide
un poco de luz para ver mejor.

Pero lo que es totalmente cierto
es lo que se quiso, lo que recuerdas,
porque todo es diferente alrededor
y hasta en uno mismo
pero no en lo que pasó y lo que percibimos
el temor, el debería haber hecho,
el hice esto, y nos llenamos de ojalá que.

Estamos llenos de momentos.

Por eso ahora puedo decir
que no tengo miedo a tener distancia
de ti.
Todo será distinto pero tú
siempre serás tú
y seguirás, en letras mayúsculas
provocando
provocando
-provocando-
digamos, esto, en mí.

Aquellos que fuimos lo seguiremos siendo
porque el pasado se supera
pero no se cambia.

Somos inexactidud incorpórea
y contrapuesta.
Por eso siempre hemos sido tan buenos
haciendo esto.
Por eso sabemos arder temblando.

domingo, 3 de junio de 2018

Puedes encontrarme

Todavía creo que todavía sigues
apoyado en la barra de aquella disco
como siempre a la izquierda
en la banqueta sin respaldo
cerca del cuadro azul
y con tres desvaríos de más
en el equilibrio de tus suelas.

Aún puedo imaginarte igual,
tal vez algo más borroso pero siempre
con la misma esencia.

También había noches en las que
cambiabas tu ritmo como si
en vez de seguir a la música fuese
ella la que te siguiese el pulso a ti.
A veces sales a bailar y dices que
eres arrítmico. Yo me limito
a saberte como un contratempo
de compás irregular.
Algunas noches, sí, levantas
la cabeza de una copa de
"soy un solitario nocturno"
y diriges la vista hacia algo concreto
pero luego parece ser que
nada es suficiente para ti.
Sin embargo, esas noches,
a once baldosas de distancia mía,
ríes, entablas una conversación
que nunca dura más de tres minutos
y treinta y tres segundos,
y continúas esplendorosamente
riendo un poco más porque dices que no
quieres nada serio.

Sigo pensado que sigues apoyado alli.
Un anuncio de melancolía
me agarra sin disimulo,
cruje mi temperamento
y la apariencia aparentemente tranquila
se distorsiona.

Porque yo sé que yo estoy aquí
y sé dónde tú estás y que puedo encontrarte
porque te encuentras en el mismo lugar
a la hora idéntica de los equivalentes
últimos días de la semana.
Y saber que puedo volver a verte
cuando me dé la gana me destroza.

Seguirás allí posado. Permanecerás
buscando ese algo.
Pero esta vez yo ya no estaré
esperando a que me encuentres.

martes, 29 de mayo de 2018

Si puede ser

Se acercó peligrosamente.
Lo justo para dejarme con
el sabor en la boca de
los pétalos de sus mejillas.

Era desafiante.
Eran milímetros los que decían
algo así como «aquí estoy».
Aquí me tienes.
Me entrego.
No tengas miedo.
No muerdo -al menos que la cosa
vaya muy bien-.
Te apetece.
Tócame.

Sí, salió de su provocativa
voz ese imperactivo.
Otra vez, repitió.
Tócame algo.

Le deleité con un blues.

lunes, 21 de mayo de 2018

Proposición indeseada

Le hice la pregunta
de si quería salir conmigo.

Y dijo que sí, salió, se fue
de mí
y con él una parte de yo misma
que también escapó.

Supongo que la culpa fue mía:
no me expresé con claridad.

sábado, 12 de mayo de 2018

jueves, 10 de mayo de 2018

Cuestión de significados

Yo lo quise, sin querer.
Él me quiso sin querer.

Nos quisimos sin querer
mutuamente
pero cada uno en un sentido distinto de la frase.

domingo, 22 de abril de 2018

Culpa mía

Me encuentro dramáticamente mal
porque te estoy utilizando
pero no de un modo sucio o
repleto de ordinariez.

Sostengo sobre el dedo meñique
una y cada de tus quejas
pero no con vulgaridad.
Hablo con desfachatez
sobre cuándo harías lo que nunca
creíste correcto.
Te escucho atentamente tras
una cortina cargada de la
sensibilidad de un niño.

Y ya ves. ¿Todo esto para qué?
Sencillamente, es involuntario.
Porque se ha vuelto difuso cada
movimiento.

Te he utilizado, usado si quieres,
en un principio, por pura devoción a
mi arte
y he acabado, locamente, dándotelo todo.
Hasta lo que ni siquiera tengo
te lo daría.
Lo doy.

jueves, 19 de abril de 2018

Dulzura tenebrosa

¿Me escuchas?

Gritó el eco a mi voz.

Pasividad

Si ahora mismo
pudiera decirte lo que
ni siquiera yo misma sé,

te habrías adueñado de mis silencios
y respiraciones,
hubiéramos sido dos bandas contrarias
en duelo por desarmarse,
habríamos soltado los reproches o la
soberbia de quien dice lo que piensa
pero que no piensa lo que siente.

Tal vez, a lo mejor,
si, no sé, exclamara una mínima
palabra y tú fueras consecuente
de lo precedido,
llenándote de mis amaestradas escondidas
de grandes revelaciones
que dan fuerza a cada pulso de ambidiestros,

podrías quizá en alguna ocasión
darme una respuesta que no estuviese
cargada de una pasiva enamorada
del orden cronológico de tu ahora.

Si pudiera decirtelo, no lo diría.
Sobreentiéndeme. Tú no lo comprenderías y como ya sabes
yo nunca fui buena explicando.
Y aunque lo supieras nunca sería suficiente porque tú, ¿qué sabes de todo esto?
¿Cómo podría detallarte específicamente cada
golpe de decepción?
Tú qué sabrías, dime que sabes.

Tú no tienes ni idea
de absolutamente nada.

domingo, 15 de abril de 2018

Flipante

si de verdad defendéis
la libertad de expresión no sé
por qué me imponéis de qué manera
debo expresarme para ser libre.

miércoles, 11 de abril de 2018

Comodidad

te abrí las puertas de mi casa,
entraste y
paradójicamente, en ese momento
recibió el nombre de hogar.

lunes, 9 de abril de 2018

Dejar sin explicaciones

las peores despedidas,
sarcásticamente,
son aquellas en las que no
se puede decir ni un adiós.

lunes, 26 de marzo de 2018

A través de la ventana

Mirando por la ventanilla
de tu coche
me has pedido que me quede
como quién
sabe que es hora de marcharse
o alejarse de lo que
no es conveniente para ambos.

Has renunciado a las habladurías
y a mis peros adversativos.
Cruzas rayas negras y blancas
a pesar de yo ser una pieza inestable
que te sustenta tras cruzar
cláxones de distancia
a cien parámetros de velocidad
en tres pausas en rojo.
Haces una copulación entre tú más yo
dividiendo al resto.

Y me marcho en línea continua
sin hacer paradas de ceder el paso
a que otros dirigentes enciendan
y quiten el freno a el espejo
retrovisor
que me permite volver a verte por primera última vez.

Me marcho lento, a pesar de tener prisa,
acelerar tan sólo me recordaría a ti.

domingo, 25 de marzo de 2018

Arrugas

Mis folios se están arrugando,
este amor te conoce ya tanto que
hasta se hace demasiado viejo.

sábado, 24 de marzo de 2018

Verbo haber

Pero sobretodo arriésgate.
No va a suceder como esperas.
Quizá no salga bien.

Está en tu mano decidirlo.

Puedes no hacerlo,
no entregarte al amor
porque así te proteges de que te
hagan daño
aunque debes preguntarte si es
mejor eso
que permanecer intacto en cada poro de tu piel.

Hagas lo que hagas.
No permitas decirte
cuestionarte
repetirte
a ti mismo cada día,
ni un solo.

Si sólo hubiese.

sábado, 17 de marzo de 2018

250915

Tres travesías más adelante
en un coloquio de inquietudes

está reposando una oportunidad
que corre tan a prisa
que se escapa a pies juntillas
sin saberlo.

Y no se trata de atraparla.
Tan sólo de hacer que suceda.

lunes, 12 de marzo de 2018

Querido desamor

Corazón malgastado
y dolorido
acecha en cada curva de
tu cuello
cuando lo observa desperezarse
ante otros buenos días.

Portalones vacíos
sillas de tres patas, cajones
destrozados
y este murmullo, aquí
posándose
y burlándose de mis intenciones,
conteniendo demasiados
reproches de «ya te lo dije»,
algún día llegaría el momento
de soltarlo

porque no puede cohabitar en lo que no existe.

Éxtasis que dice hallarse
pleno de tristeza
y los leones tras el espejo
rugen reclamándote.

No sé. Por qué no se es
correspondido cuando se quiere. Por qué sigo
idolatrando con todo mi ser
a una celda vacía por quién ya ha
salido volando
en su propio afán de felicidad.

El que no me quieras duele.
El que nunca vayas a hacerlo
quema.

sábado, 3 de marzo de 2018

domingo, 25 de febrero de 2018

Salvaje

te quiero salvaje,
a tus anchas, en su plenitud

sin apretarte, sin prendas que
impidan tu libertad

desnudo de alma

quiero tu yo más feroz
y manso,
más instintivo y fiel de sí mismo

quiero tu locura,
como eres siempre
salvajemente a ti.

sábado, 24 de febrero de 2018

Muchos lugares

A veces pienso que los recuerdos son lugares.

O que los lugares, existen, porque están llenos de recuerdos.

Cuando vemos algo y se nos viene
a la mente alguien.
Cuando simplemente pasamos y pensamos en aquella vez.
Y todas y cada una de las sonrisas
mirando hacia abajo y meneando
la cabeza
en un locura que sólo comprendes tú.
Enfocarse y distraerse, abstrayéndose
hasta de uno mismo.

Hoy salgo y veo y recuerdo el rincón
sobre el que ya un momento
anterior te recordé.

Y ya no es el mismo lugar por el
que pasan las demás personas
sin acordarse
igual que no será el mismo que si yo
pasase por el de alguna de ellas.

Las calles siempre serán de una manera
u otra dependiendo de los ojos que las miren.

viernes, 23 de febrero de 2018

Prosigamos

porque avanzar, irónicamente, a veces supone tener que dejar ciertas cosas atrás.

sábado, 3 de febrero de 2018

viernes, 26 de enero de 2018

Z

me aborrece pensar lo iguales que sois
todos hoy en día

pero lo poco que sabéis hablar de igualdad.

jueves, 25 de enero de 2018

No te soporto

Te odio.

Te odio.

Te odio.

Te odio.

Pero cómo voy a odiarte. Si te quiero.
Cómo aborrecerte si hacerlo supondría
sentir odio hacia mí misma.

Te tengo tan adentro que me duele hasta hacerte daño.

lunes, 15 de enero de 2018

Y otra vez

sin embargo, cuando llega alguien que realmente nos valora tendemos a desperdiciarlo, a encerrarnos en nosotros,

y todos sabemos que el miedo a que se repita un pasado
doloroso,
nunca ha sido buen compañero de
los comienzos u oportunidades.

viernes, 5 de enero de 2018

Todo lo que me molesta

la conciencia de no saberte
el desconcierto de tu incertidumbre

y tus actos, ellos, en su mayoría
desencadenantes
de consecuencias en mi
forma de sobrellevarte
sin estar conmigo

la espera de quién sabe
lo que nunca llegara
el desespero de lo que no quiere
ser
la velocidad de cuando no avanzas
la escapada sin huida

y estas ganas, locas
incesantes
molestas
miedosas
por volver a besar unos labios
que hace tiempo
que
están
vacíos.