domingo, 29 de octubre de 2017

De cobardes

Me querías decidida
valiente, lanzada.

Siempre te ha gustado
el riesgo.
La velocidad y acción.
Acciones fogosas
que aceleran
encuentros que
preceden a una acaricia
que precede a un beso
que se antepone
a un te quiero.

Y yo era así.
Locura indefinida.
Y tú.
Tú una mente insaciable.
Sin saber qué quiere,
deseando demasiado
pero nunca suficiente.
Confuso e inexperto
en este punto de vista.
Con ganas apartado, remoto
y con dudas, remordimientos
en la proximidad.

Porque nunca llegaste a explicar,
ni siquiera a decirme
que si te gustaba valiente y decidida
era porque tú no sabías ser más que un
simple cobarde.

viernes, 27 de octubre de 2017

No voy a

No voy a apostar
por quién ni me aprecia,
ni me ve, ni me valora.

Antes quizá sí
antes quizá tal vez.
Anteriormente, con menos
experiencias
y valentía, con conformidad
hubiera seguido
concatenadamente
intentándolo. Buscando razones
a lo que no tenía ni un poco
de razón
y diciendo que un fallo lo tiene cualquiera.

He notado altivez en el hueso
de tu mandíbula
e indiferencia vagando
alrededor tuya.
Y simultáneamente
me has mostrado más cariño
del que nunca
me diste.

Pero ya no me vale.
Lo siento, no te siento ahora
mismo.
Mis mensajes nunca se llegan
a enviar,
mis calles tienen otro nombre,
tu presencia no atrae mi esencia.

Porque me valoro.
Porque sí, cualquiera puede
cometer un fallo.
Irrevocable e irreversible.
Ahí va el mío: adiós.

Y que ni

Tú yo tus ojos mis ojos tu cuerpo boca voz manos mi no mi imposible que nunca conmigo
te distraes ignoras callas
me voy no me llamas vuelvo aún te quiero
hasta luego.

jueves, 26 de octubre de 2017

jueves, 19 de octubre de 2017

Dicotomía

Rota.
Despedazada.
Doblegada ante mi propio ser.
Mordida. Confusa. Queriendo
desdoblarme para yo, ser
menos yo.

Cara mojada. Imágenes de
rostros de bestias esperando
atacar a su presa. Difusas.
Me he vuelto un punto fijo
en el que mirarme
tan sólo conlleva un dolor agudo
en mis movimientos
y acciones.

Y siguen. Y vienen a por mí.
Contra mí misma. También.
Y subrayo posesivos,
epítetos redundantes debajo
de mis ojos.

Mis verbos copulativos
permanecen en monotonía.
Un aspecto perfectivo
que no se cumple.

Me arrastran. Se ríen. Me encierran
entre paredes que se me hacen
pequeñas.
Me encojo y no me encuentro.

Reencuentro de inflexión.

sábado, 14 de octubre de 2017

Direcciones

tantas personas yendo
hacia ninguna parte,
volviendo al mismo lugar de siempre
pero nunca completamente
de la misma manera.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Tres minutos

Y te digo, anticipadamente,
-amor-
que lo siento
para que no te duela luego
demasiado.
Sé que no es fácil
estar en la parte del por qué,
en la que te dejan después
de ya haberme dejado
y saber que quien ya no te importa,
ha dejado de estar detrás
tuya para apoyarte.
Y que te ha adelantado unos
cuantos pasos
en humildad.
A pesar de todo,
a pesar de esto.
Quiero que sepas
que te quise mucho
y por encima de cualquiera.
Hasta de mí. Quizá eso fue,
fuiste, parte del problema.
Y quiero que seas consciente,
después de tanto,
de aunque sea una verdad.
Que ya no te escucho y
pienso que es el amor el que
me está hablando.
Que ya no me giro para buscarte
entre las dudas.
Que ya no necesito, necesitarte.
Pero que sí,
de vez en cuando, casualmente
se me antoja en la mente tu
imagen
cuando suena, inesperadamente
alguna canción, en la radio
de tres minutos
y cuarenta y siete segundos.
Y dura más que el tiempo
en el que tú tardaste en olvidarme
o dejar de fingir que me querías.

jueves, 5 de octubre de 2017

Demostrar

Levántate y muéstrales
de lo que eres capaz.

No.

No es así.

Queda bien para una frase hecha,
para un sentimiento fingido
de logro.
Soberbia. Altivez. Dependencia.

Levántate tú, por ti.
Y cáete. Muchas veces.
Hasta demasiadas.
Y demuéstrate a ti.
Y supérate a ti.
Y quiérete a ti.

Y, como mucho, compártelo
con las personas que te rodean
teniendo presente
que, primero, antes
estás tú.

Tú contigo. Contigo. Tú.
Y suficiente.

miércoles, 4 de octubre de 2017