no sé qué hacer,
no sé salir a flote contigo.
nos estamos hundiendo, cielo
nos hemos quedado en el fondo
y no sabemos seguir.
nos hundimos constantemente.
aquí estancados en las ventanas de mi habitación,
no recuerdo cuando dejé de ser el océano que decías,
"tienes ojos de océano"
zapatos que se olvidan de cómo se volvía a casa
cuando deja de ser tu casa.
mis libretas ya no huelen a verano
escucho canciones de las que no quiero entender la letra
¿para qué entender lo que no quiere ser comprendido?
nos hundimos, cielo
ni Escocia, ni Braga, ni la Habitación
que tanto me gustaba saben que tú te vas lentamente
porque todavía no me atrevo a decírselo.
que dejé de ser océano.
las conversaciones son monosílabos
divididos mitades, en lugar de voy,
un no puedo
en vez de quiero, un tendría, un debería
mientras espero algo que sé que no llega pero yo espero
porque lo pido y cuando lo pides sabes que no tendrías que pedirlo
que tendía que salir solo pero lo pides pero esperas aunque no llegue espero
nos hundimos, cielo
no supimos salir a flote. te hubiese preguntado:
en qué punto se tocan el océano y cielo cuando los dejas de ver
a lo lejos y dejan de ser cuando no se ven
océano y cielo.