lunes, 16 de mayo de 2022

disparas

entonces tú disparas.

dijiste que estaríamos en el desierto,

yo quería creérmelo, que tú serías arena

y yo océano y que constantemente

estaríamos separados por la orilla.

yo me quedaría aquí encerrada

y tú estarías allí fuera, 

porque en eso habíamos quedado:

estar tan separados como alguna vez´

quisimos estar juntos.

sería tan bonito.


pero disparas. no sé por qué lo haces.

tus palabras saben a guerra

y yo pido un alto el fuego.

y entonces sé

cuánto vacío había en ti 

para que yo me vaciase por dentro

para llenarte para seguir siendo aquello ´

que  no soporto.

sería como si hubiese mar en el desierto

sería como una flor en medio de la ciudad

un bosque en mi armario.

sería tan irreal como todo esto.

dos opuestos que se juntan y que por eso

se atraen el uno al otro.


te imaginas lo que sería

que siempre pusieras una canción

 y yo no supiese su título,

un no te saco de mi mente

pero hieres mis sentidos,

como acercarme a ti y sentirme lejos

de lo que fuimos.


te imaginas como hubiese sido si no

hubieras disparado,

si nos hubiésemos quedado 

en cuando nos conocíamos.

si no hubiese hecho tanto frío en tus manos 

tan helado, tan poco creíble, tan incómodo.

si no hubiese esperado, esperado, esperado

que sucediese algo que nunca me diste.

podría suponer tanto sobre qué hubiese pasado

¿hubiesen podido las cosas ser de otra forma?

me repito. todavía no tengo una respuesta.


entonces tú disparas.

apuntas

pero no hacia mí:


yo soy la bala perdida.


lunes, 9 de mayo de 2022

Carta que te escribí

Te vas. Antes, había dos palabras que no decía aunque las sintiese, te quiero. Ahora hay otras dos nuevas: te espero. La que soy te espera, la que seré no lo sé. Pero la que fui, esta, siempre existirá es este instante, esperándote, aunque la de después no vuelva a encontrarse contigo.

Si alguna vez olvidas la sensación de estar en casa, lee esto y recuérdalo.

Tuya.