yo siempre voy andando
caminando
con pasos pequeños y
la cabeza gacha,
mirando de reojo
conversaciones
enredando mi pelo
con mis pestañeos
con las manos en los bolsillos
y encogido el corazón
escondido
tras un abrigo que parece
hacerme invisible
y un día,
el aire tiró mi capucha
y me descubrí a mí misma
justo en el momento
en el que el temblor me hacía
volver a esconderme
apareciste
y me miraste,
y no sé qué significará
que se te pare todo alrededor
pero seguro
que tiene algo que ver
con ese momento
en el que me descosiste
los miedos
y me pusiste una sonrisa
que combinaba
con tus labios.