domingo, 30 de septiembre de 2018

Mugriento

Mis poros sudan,
las flores se derriten
y siento náuseas.

Quiero vomitar tus recuerdos.

Quiero potarle al
amor romántico,
estoy mareada porque no sé borrar.

Creo que no entiendo nada,
mis manos no se mantienen quietas
y ojalá la causa fueses
tú pero no en este sentido.
No sé a dónde ir, qué pensar, quién
debo ser o cómo actuar.

No duermo y creo poder estar
hablándole a estas paredes
de ti todas las noches.
No estás. Yo sigo hablándoles.
Nunca estarás y sé que lo haré.

Mis costillas se contraen
no saben soportar el arrebato
inmaduro de quién
solo patalea y
pierde la noción del tiempo.
No sé cuánto llevo haciendo
esto
duele tanto porque no sé cómo dejar
de hacerlo.
Nunca has estado.

Me muerdo las uñas
y es horrible
porque lo odio.
Odio muchas cosas que no entiendo
cómo dejar.

Nada ha servido de todo lo
que hice hasta ahora por ti.

Quiero que seas feliz.

Es lo único que me atrevo a pronunciar.
Aunque lo repito varias veces.
Que seas feliz.
Feliz.
Que te vaya bien.
Muy bien.
Extremadamente bien, joder.

Espero que esto sí sirva de algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario