jueves, 14 de julio de 2022

en pausa

 Hablé de ti. No solía hacerlo, ni siquiera conmigo misma. No es que no quisiera, pero...bueno. Las cosas eran distintas y fue como si me hubiese colocado un bucle que me hacía reiniciarme cuando mis pensamientos se iban hacia ti. No volví a hablar de tu persona desde que te dejé de conocer. 

Bueno, sí lo hacía, pero a mi manera. Cuando me preguntaban te describía como si hubieras sido un cómo y no el por qué. Hablaba como si no existieras, supongo que esa fue la diferencia de todo lo que dije anteriormente. Que supe contar cosas sobre ti como alguien que sí, seguía existiendo. Porque quizá eso es lo que mi mente todavía no asimila, no es que no seas tú, no es que te hubieras ido, marchado al extranjero, es que seguías aquí tan cerca cerca cerca y la única razón por la que no existías era porque querías eso. Dejar de hacerlo para mí. Y eso no cabía en mi cabeza que no que no. Que lo hubiésemos querido así.


Hablé de ti. Y mi error fue que después de tanto no me permití llorarte, no me permití desde no sé cuando, sentir nada relacionado contigo. No es que te hubiese echado, algo mucho peor, te había dejado en pausa. No me había alejado, no te había separado, no había colocado la palabra distancia en medio, te había dejado ahí. El punto entre el nada y el todo, te había pausado porque es lo que haces cuando las cosas se descontrolan, pausa. Y ese fue el problema. Le dije a una persona hace poco, "no puedes haber cambiado tanto solo porque alguien haya actuado así, que una actitud suya, provoque que tú seas alguien completamente distinto, no me lo creo". Y sí, sí, claro que sí. Claro que alguien te puede influir lo suficiente como para que modifique todas tus conductas. No es justo, lo sé. Pero pasa así. Incluso sin darte cuenta.


Entonces sabes que cuando cogiste el coche para perderte por el campo sola, pensando que la razón era la desconexión. No. Te equivocabas, lo hiciste por esa persona. Cuando aquella vez decidí conocer a esa persona nueva y dije aquello o hice lo otro, tú estabas detrás. Detrás de todo lo que fui porque estabas en pausa, influyéndome, causándome. Y yo no lo veía, sabía que en el fondo hacía a veces cosas sin sentido y  no sabía que la causa eras tú. Aún habiendo pasado ya tanto, aunque en mi mente te 

hubiera

olvidado

por 

completo.


Joder.


¿Cómo se siente al saber que una personas distinta a ti misma te ha hecho ser quién has sido en tantas situaciones? Esto fue lo que hablé sobre ti y estaba dándome la respuesta a tantas cosas sin saberlo. Que no me merecía aquello. No me merezco esto. Lo veo tan claro. Había pausado que sabía sentir, había pausado lo que era que un abrazo me llenase, una mirada, había pausado estar tirada en una cama con las persianas bajadas y estar ensimismada solo por las historias que nos inventábamos, hablábamos tú y yo todo el rato, es que todo 

y no recuerdo tener que parar yo 

porque no había nada alrededor nuestro, dos, nosotros, en movimiento. Por eso a veces me quedo parada, mirando a la gente, a los paisajes, porque una vez no necesité nada más para que a una persona para ver una cinta de película rodando, 

por eso prefiero callarme, por eso me escondo en mí, por eso no sé reírme.No lo sé porque supe lo que era y me jodía tanto saber que no iba a tenerlo, que prefería no tenerlo por elección propia.

Esto dije sobre ti. Me dolió tanto que no dejé que me doliese, lo pasé mal porque no me dejé pasarlo mal y lo escondí. Estaba ahí, como dije antes, en lo que pensaba pero en pausa, pero tenía tal bloqueo. ¿Cómo vas a cambiar algo que no sabes el por qué?

Y cuando hablé de ti sinceramente lo supe: debía dejar de ponerte en pausa. Así que sí. Vuelves. Sucedes en mí. Lo acepto. Acepto que no soporto la idea de que me gustaran tantas cosas de nosotros, acepto que igual nunca me vuelva a sentir de esa manera (pero lo haré de formas distintas, supongo, y está bien, lo va a estar, en serio), acepto que quiero que vengas, que quiero verte, que me he quedado estancada, que siento rabia porque tu hayas, te hayas rehecho sin mí, porque quieras sin mí, porque cualquier cosa que hagas será sin mí. Acepto que deseo recibir cualquier cosa tuya y también acepto saber que no llegará. Que sé que si le doy a continuar te quedarás mucho más y tardaré más en superarte, pero lo hago porque sé que tengo que enfrentarme a ello. 


Puedes continuar y yo también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario